Cuál fue el problema de River en La Paternal? ¿Fue que todavía no terminó de asimilar el golpazo que significó haberse quedado afuera tan temprano de la Copa Libertadores contra el Inter en Porto Alegre? ¿La derrota se explica en el mismo marco teórico de ese extraño caso del tipo Doctor Jekyll-Míster Hyde por el que en el Monumental el campeón del fútbol argentino arrasa a todos sus rivales sin piedad y, al mismo tiempo, fuera de su casa ganó apenas uno de los últimos 12 partidos que jugó? ¿Hay que apuntar a una patología que, con sus claroscuros, sufre el CARP hace años que es la defensa de las pelotas paradas en contra, que justo en este tramo representaron seis de los últimos siete goles encajados, más allá de la estadística que subrayó el propio Demichelis post 2-3 (hasta el 0-1 de Mercado en el Beira-Rio, 132 córners en contra, dos tantos y sólo 20 duelos aéreos perdidos)? ¿Fue la salida de Beltrán, la repentina baja por fiebre de De la Cruz, la ausencia de la dupla central titular con la que dio la vuelta olímpica hace un mes en la Liga?
Bueno, tal vez haya un poco de todo eso en el cóctel para entender una muy mala noche de River en el Diego Maradona. Aunque, en un principio, lo que hay que decir es que se enfrentó a un rival durísimo, muy trabajado, híper intenso y con individualidades en estado de gracia como es el Argentinos Juniors de un Gabriel Milito que es desde hace rato uno de los mejores entrenadores del país. El Bicho empezó llevándose puesto al campeón y, salvo por un tramo en el primer tiempo y otro sobre el final del segundo, donde el equipo de Micho lo arrinconó, le dio vuelta el partido y al final tuvo chances serias para empatarlo, AAAJ fue superior en casi todos los ítems. Por empezar, se hizo muy fuerte en las pelotas divididas.
En River, más allá de la rebeldía de un Palavecino que a veces de forma algo quijotesca y otras con más claridad fue el hombre que más empujó de arranque, se vio a un equipo confundido, que equivocó los caminos, con desacoples defensivos que no son propios del campeón del fútbol argentino. Esos mismos desacoples defensivos no son exclusividad de la última línea, claro. La primera presión extrañó a un Beltrán que, mirando el match sin anteojos, pareció jugar con la 32 del Bicho (Gondou, un animal, no sólo corrió a todos sino que metió un doblete bien de nueve aún en un 11 que no tuvo a Ávalos en cancha): claro, Borja, que se las arregló para asistir a Pala en el 1-1 y para provocar el penal del 2-1, no tiene esa naturaleza para transformarse en un defensor de ataque.
Aunque probablemente el centro de los problemas estuviera, justamente, en el corazón del equipo: Kranevitter y Aliendro no maridaron bien con la pelota pero mucho menos sin ella. Por caso, un par de goles de Argentinos vino por una falta a destiempo de MK (el Peti tuvo las suyas, también) y de una pérdida de pelota de RA que nunca se le había visto desde que juega con la Banda. En ese tono, ni Nacho Fernández ni Esequiel Barco pudieron darle precisión y vértigo al plano ofensivo. Por lo demás, la propia defensa también tuvo una noche negra que en este caso sufrió Armani: Casco y Enzo Díaz sufrieron a sus espaldas y a Mammana y a Funes Mori lógicamente les falta ritmo de competencia.
Quedarán para River, en todo caso, las buenas sensaciones que regaló el ingreso de Manuel Lanzini en su vuelta oficial al club, las ganas de Colidio y, lo dicho, el carácter de Palavecino. Pero, de cualquier modo, tendrá mucho trabajo el cuerpo técnico en un semestre que es mucho más importante de lo que a priori parece: con la obligación de pelear hasta el final la Copa de la Liga, principalmente Micho tiene que dejar firmes los cimientos para el equipo que jugará la próxima edición de Copa Libertadores. En juego, más en términos defensivos que ofensivos, pero especialmente en la fase mental. Tendrá Demichelis que forjar una mentalidad sobre todo para salir a jugar fuera de un Monumental inexpugnable, en las paradas bravas. La de la noche del domingo, con un brillante Argentinos en su cancha, era una de ellas. Y River no estuvo a la altura de su propia vara, de su propio nivel de campeón. Un nivel que le sobró para ganar holgadamente la Liga pero que, quedó claro, tendrá que dar un salto…
Los goles de Argentinos-River
Argentinos Juniors – 21-8-2023
Di Cesare ganó por arriba y puso el primero de Argentinos a River
Argentinos Juniors – 21-8-2023
Palavecino igualó el partido para River
Argentinos Juniors – 21-8-2023
El VAR cobró penal y Barco aprovechó el rebote para cambiarlo por gol
Argentinos Juniors – 21-8-2023
Gondou puso el 2 a 2 de Argentinos
Argentinos Juniors – 21-8-2023