- Obsesivo, detallista e intenso: dos periodistas uruguayos describen a Mauricio Larriera
Sumar tres puntos en casa supone un nuevo respiro para Alianza Lima, apacigua los problemas internos y, por el momento, apaga un incendio iniciado semanas atrás. Era clave ganar de local para recuperar la sonrisa, la confianza y la inspiración. Ahora, los cimientos están colocados para el uruguayo Mauricio Larriera, quien asumirá como técnico blanquiazul y debutará al mando del equipo el domingo 13 ante Cusco FC de visita.
Siempre Reyna
No es el máximo artillero de Alianza Lima, pero Bryan Reyna es el futbolista más desequilibrante del cuadro blanquiazul. Siempre es un peligro por la banda izquierda, encarando y eludiendo rivales para generar opciones de gol. Ante UTC fue un dolor de cabeza y anotó el único tanto del partido. Sucedió en el segundo tiempo, cuando Jairo Concha asistió a Pablo Sabbag y este puso la pelota al segundo palo para que Reyna empuje el balón hacia el fondo del arco. Leyó toda la jugada y estuvo en el momento justo para ser determinante.
Pero eso no es todo, porque Reyna tuvo también una chance clara en el primer tiempo, cuando eludió a Patrick Zubczuk y su remate pegó en el palo. Pudo ser otra historia. No obstante, ese fue el performance del extremo victoriano, quien cobró su revancha personal al no poder emigrar al Gremio y quedarse en Alianza Lima para pelear el tricampeonato. Ahora, le queda enfocarse en lo que viene y ganarse un lugar en el equipo de Larriera.
Salió de su Cueva
Si hubo un rendimiento que no pasó desapercibido fue el de Christian Cueva. El volante blanquiazul jugó de titular, cerca de Sabbag y en una posición que le gusta, desde donde puede asumir una función más importante y repartir lo mejor de su juego. En la creación, estuvo excelente, porque era el nexo de las líneas de Alianza Lima. Su conexión con Reyna fue de lo mejor en el primer tiempo y ambos llevaron peligro al arco de UTC. Esa combinación necesita mayor rodaje, pero ya es un indicio de que sí funciona y puede ser un arma letal para los rivales.
Por otro lado, está el hecho de que Cueva busca destacar y convencer a la dirigencia de su renovación. Su préstamo vence a fin de mes y le quedan pocos partidos para lograr su objetivo, aunque todo hace indicar que continuará en Matute. Pero esas ganas de mostrarse no solo le hace bien a sí mismo, sino también a todo el equipo. Cuando fue cambiado en el segundo tiempo, Alianza perdió fútbol y el balón. El equipo careció de inventiva y priorizó lo defensivo. Si bien salió como Pere lo pensó, no terminó gustando al hincha. Cueva necesita más partidos así.
Peruzzi destacó
Entró cuando menos lo pensó, pero terminó convirtiéndose en la figura del partido. Gino Peruzzi ingresó en el primer tiempo para resolver la emergencia nacida de la lesión de Carlos Zambrano. El ‘León’ sufrió una molestia, no pudo continuar jugando y el argentino tomó su lugar en el campo para mantenerse la línea de tres en defensa. Desde allí jugó bastante cómodo, porque sumaba en ataque y en defensa, como si fuese un lateral más en una línea de cuatro. Peruzzi le dio a Alianza Lima ese recurso de lanzar centros desde su zona, con técnica y peligro, como exige el manual para marcar la diferencia.
Tuvo buenas proyecciones por la banda izquierda y respondió en defensa cuando fue requerido. Equilibró el desbalance que hubo en el primer tiempo, donde UTC ganaba los espacios a los defensores y sacaba provecho de eso. Cubrió las zonas de peligro, anticipó a los rivales y coronó un partido difícil. El desempeño de Peruzzi lo llena de confianza para lo que viene y confirma que su lesión es cosa del pasado. Si está para jugar 90′ o no, eso lo decidirá el próximo comando técnico.
Supo corregir
La peor versión defensiva de Alianza Lima la vimos en los primeros minutos de juego. Nixon Perea planteó un partido con línea de tres; pero fue sorprendido por un UTC que supo encontrar los espacios para hacer daño y le ganaba la espalda a los centrales. Esa dinámica le dio problemas a Ángelo Campos, quien tuvo bastante trabajo al inicio; pero el DT colombiano corrió con el ingreso de Peruzzi y luego en el segundo tiempo, cuando priorizó lo defensivo sobre lo ofensivo. Se arriesgó y le resultó bien.
Lo que sí es tarea pendiente es mantener el orden en todas las líneas. Perea venía jugando con un 3-4-2-1; pero todo hace indicar que ese sistema cambiará con Larriera. El uruguayo está acostumbrado al 4-3-3 o 4-2-3-1, con un estilo ofensivo marcado. Es clave, entonces, ese primer contacto con el nuevo entrenador para que el mensaje llegue y se entienda. La idea es solo una y se verá en los próximos partidos.
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