Durante la tarde, cuando corrió la versión de la baja de Rapisarda, varios hinchas empezaron a acercarse a la sede del club. «Que se vayan todos, que no quede, ni uno solo», «Que den la cara, la puta que lo parió», cantaron, e ingresaron a un hall central. Hubo empujones, insultos cuando salieron algunos dirigentes que debieron protegerse, elementos contundentes que volaron por el aire y mucha tensión.
Rapisarda se va con el equipo con riesgo del descenso: a dos puntos, con toda la Copa de Liga (14 fechas) por jugar. Las elecciones en el club están programadas para dentro de tres meses. En la línea sucesoria está el vicepresidente primero Diego González. Si se va, está el vice segundo, Adrián Peláez.