Instituto le ganó a Lanús con un golazo agónico

Un instante, en este caso por un error grosero de Luis Lobo Medina, cambió el rumbo del partido. En el mejor momento de Lanús, cuando se había adueñado de la pelota y los tiempos, el árbitro expulsó mal a Esquivel por doble amarilla por una falta que no existió y eso modificó el argumento del encuentro en favor de Instituto.

La Gloria, con el impulso de su gente y con un hombre más, se adelantó en el campo y fue por una victoria que consiguió con ese golazo agónico de Adrián Martínez: de espalda, giró y sacó un zurdazo pegado al palo y que hizo explotar en un desahogo al estadio. Hasta ahí, más allá de su búsqueda, no había podido generarle demasiado daño al rival con ese empuje. Pero el premio a la insistencia se hizo realidad. Instituto se quedó con tres puntos muy valiosos en la pelea que mantiene en la parte de abajo de la tabla del promedio del descenso.

Lanús necesitaba una victoria que lo dejara en zona de Libertadores 2024, pero llegó al cuarto compromiso sin victorias. En Córdoba le faltó poder ofensivo. Había arrancado mejor la Gloria en el juego y, así, se puso arriba en el marcador tras esa mala salida por la falla en un pase de De la Vega en posición de lateral derecho. El local pudo haber aumentado la diferencia, aunque Franco Watson desperdició un mano a mano y el equipo cordobés no supo liquidar la historia antes.

Después de empatarlo en un momento clave, sobre el final del PT, el Granate jugó con más soltura en el comienzo de la segunda parte. Juntó toques, movió bien la pelota, generó espacios. Aunque no lastimó. Y ya con 10, terminó replegado. La Gloria presionó alto, olió que podía ganarlo y lo ganó nomás. Con un golazo y como más se disfruta: en la última jugada de un partido. Lanús se vuelve a Buenos Aires por la bronca de la derrota y por el jugador que Luis Lobo medina le echó inmerecidamente.