Fue una pulseada de estilos. Dos maneras distintas de encarar un partido. Newell’s, con mayores intenciones de asociarse y de atacar. Atlético Tucumán, más pendiente de neutralizar para, después sí, intentar construir de contra o con alguna individualidad. Cada uno con su libreto, a los dos les faltó lo mismo: tener los ojos bien abiertos al momento de meter la pelota adentro del arco. La Lepra hizo más méritos y casi lo ganó sobre el final. Mostró empuje y opciones nítidas, aunque no alcanzó la justeza suficiente y Marchiori, arquero visitante, respondió muy bien. Así, arribó a cinco empates en sus últimos siete juegos por la Liga Profesional.
Newell’s, poco a poco, fue acentuando su postura protagónica en el PT. Paciente en la salida desde el fondo, con movimientos trabajados para las apariciones de espacios y avances por las bandas. Puso la pelota contra le piso y sólo la elevó cuando mandó centros desde los costados. En esa etapa tuvo tres chances de gol, dos muy claras. Un cabezazo muy alto de Velázquez y un mano a mano que Marchiori le tapó a Pérez Tica.
El Decano fue más agresivo en el segundo tiempo. De la mano de Joaquín Pereyra creció su juego. Se animó más y estuvo cerca del gol. No pudo por buenas tapadas de Hoyos. Ya sin la supremacía del PT en el juego, la Lepra lamentó el gol anulado vía VAR por un offside polémico y generó tres situaciones muy buenas que no aprovechó.