Central Córdoba fue eficaz y sorprendió a Newell’s

Central Córdoba tuvo una noche dulce. Le faltaron un montón de cosas. Juego asociado, llegadas, tenencia cuando la pelota quemaba… Pero le sobraron grandes cualidades. Eficacia, para meter lo poco que generó; garra, para aguantar una vez arriba, y seguridad. Newell’s podría haber pateado 12 veces más, pero no habría podido batir a un Mansilla MVP que con sus atajadas le dio un 2-0 sanador al Ferroviario pensando en la lucha en la zona baja.

La Lepra llegaba con la chapa, con esos ocho partidos sin perder (los últimos cuatro, es cierto, siendo Deportivo Empate), un gran presente copero y las de ganar en el Madre de Ciudades. En el arranque, los de Heinze hicieron su carta de introducción: tuvieron las más claras, siendo un mano a mano de Aguirre -bien definido, pero mejor bloqueado por el arquero Mansilla- la oportunidad de oro para quebrar al local. Despilfarraron esa y varias más que podrían haberles dado una ventaja cómoda. Del otro lado, la situación fue distinta. Cuando tuvo la suya, el Ferroviario no perdonó: una jugada fea, con un centro-tiro al arco de Rius y un control largo del nueve Gamba terminó en ¡golazo! de Gonzalo Goñi. Media vuelta, bomba al ángulo y a buscar el 1-1, NOB.

La jornada santiagueña siguió su rumbo. El único rumbo posible. Central Córdoba, amigado con un 1-0 redondo por donde se lo mire, defendió el triunfo como pudo. Con uñas y dientes. Cuando fallaban las uñas para atenazarlo, aparecían los dientes de Mansilla para machucarle las esperanzas de igualdad y remontada a la Lepra. Bah, virtud suya combinada con la mala puntería rosarina (¡Ferreira se erró un gol abajo del arco!) y la falla del VAR, que no cobró un claro penal por mano del marcador Pereyra tras el tiro al arco de Aguirre.

Sobre el final, para darle algo más a este partido, Gamba enganchó una bola suelta en la mitad de la cancha y le pegó. Así como así. Le dio fuerte, ni muy alto ni muy bajo, y clavó el 2-0 por lo lejos del arco que estaba el uno Hoyos. Festejito a la cámara, festejito en grupo y festejito todo el fin de semana para un Ferroviario que no te deja a Gamba.