«Cuando dirigía a la Sexta de Chacarita, un día vino Rodrigo con otro compañero al que también habían dejado libre en Argentinos, me cuenta que no tenía club y como me conocía a mí quería ver si tenía alguna posibilidad de sumarse. ¡Por supuesto que le dije que sí! Lo fichamos sin dudar». Rodrigo es Aliendro, y el hombre que relata la historia que resultaría determinante en la carrera del volante de River que la está rompiendo en el equipo de Demichelis es Ricardo Lazbal, un reconocido formador de la cantera de Núñez que conocía al Peti por su paso por las Infantiles del club.
Sí, Aliendro ya se había puesto la Banda antes de incorporarse como refuerzo del River de Marcelo Gallardo en junio de 2022. Lo había hecho en otro puesto, ya que en las divisiones menores se había desempeñado como «un wing derecho muy habilidoso», recuerda Lazbal, quien cuando estaba por recibirlo como entrenador de la Novena de River se enteró de que ese atrevido delantero flaquito ya no formaba parte de la categoría 1991 del club.
Cuatro años después, el DT se reencontró por obra del destino y del propio Aliendro con aquel pibe. Y ese hecho marcó el futuro del polifuncional volante que fue figura contra el Fluminense en reemplazo de Enzo Pérez y que ya se transformó en una figura del River de Demichelis. «Creo que el técnico le encontró la posición ideal, porque en el centro de la cancha y de frente al arco es donde Rodrigo mejor se desenvuelve, tiene una calidad enorme y es muy inteligente. Demostró que esta a la altura de River con un rendimiento admirable», explica Lazbal, quien destaca fundamentalmente «la voluntad y la confianza en sí mismo» del ex Colón para seguir adelante «cuando en situaciones adversas como las que vivió él la mayoría de los chicos baja los brazos».
El ojo y la experiencia de Lazbal tiene historia en River porque el ex futbolista del club (jugó pocos partidos en la institución como profesional) tuvo dos etapas como formador en Núñez (desde 1999 hasta 2005 y de 2010 a 2014) y dirigió a pibes de la talla de Lamela, Montiel, Driussi, Lanzini, Buonanotte, Gustavo Bou, Augusto Fernández, Musaccio, Mateo Retegui, David Martínez y Facundo Medina, entre tantos.
El sacrificado recorrido de Aliendro hasta brillar en River
Después de quedar libre en las Infantiles de River, Aliendro se incorporó a la Novena de Argentinos pero en club de La Paternal le dio el pase al finalizar su temporada en la Séptima. Así, llegó a Chacarita hasta debutar en Primera a los 21 años. Sin embargo, cuando el Funebrero descendió a la B Metro fue cedido a Ituzaingó, que en ese momento competía en la D, la última categoría del fútbol argentino. Y tuvo que salir a hacer changas para poder continuar con su sueño… «Hacía repartos para una pizzería, iba a entrenar a la mañana y a las siete de la tarde trabajaba hasta la medianoche. También le he dado una mano a mi viejo en varios lados y trabajé mucho por mi cuenta», le contó a Olé hace un tiempo.
Su rendimiento en Ituzaingó, a pesar de que el equipo perdió la categoría, le permitieron regresar a Chaca, donde tuvo su revancha y logró el ascenso a la Primera Nacional. Recién en 2016 dio el ansiado salto: Atlético Tucumán le compró el pase y se dio el gusto de jugar la Copa Libertadores y la Sudamericana. Finalmente, en 2019 le tocó mudarse a Santa Fe, donde se convirtió en una pieza clave en la mitad de la cancha de Colón. Y claro, el Sabalero fue su última escala antes de llegar a River y de consagrarse como un jugador de jerarquía.