El camino del Barça hasta levantar la primera Women’s Champions League en Göteborg se ha hecho paso a paso, sin prisa pero sin pausa. Ha sido un proyecto trabajado desde hace años por Markel Zubizarreta, consolidando al equipo gracias a una combinación estelar: Formar joven talento de casa que conozcan perfectamente la idiosincrasia de la entidad y firmar a futbolistas de fuera que marquen la diferencia. Esta mezcla ha funcionado a nivel colectivo y ha potenciado las individualidades. El Barça ya es uno de los equipos más atractivos de Europa para las futbolistas, que prefieren jugar de blaugrana a pesar de recibir ofertas mareantes que hace unos años hubieran sido irrechazables. Como pasó el verano pasado con Caroline Graham Hansen o Patri Guijarro, por poner dos ejemplos. El Olympique de Lyon, claro dominador europeo de la última década, se las quiso llevar. Les ofrecía un cheque en blanco, que las jugadoras declinaron. Las futbolistas, más allá de nombres, ya ven en el Barça un proyecto sólido de equipo ganador y la apuesta es recíproca. Del club por las jugadoras y de las futbolistas por el equipo.
Entonces ya se llevaban dos semifinales y una final en tres años y veían al equipo capacitado para luchar ante cualquier rival. Se lo habían propuesto tras perder en Budapest y la temporada pasada se lo demostraron tras caer injustamente en semis frente al Wolfsburgo. Fue un ‘all in’ en toda regla porque sabían que tenían la mejor mano para llevarse la partida.
Más inversión
Dentro de la sección femenina son conscientes de que tocará hacer un esfuerzo para poder apuntalar el equipo y, a la vez, retener talento. El emergente impulso del fútbol femenino, cada vez con más inversión por parte de los clubs y más remuneración por parte de la UEFA –aunque aún a años luz del masculino– aumentará la competencia. Por lo tanto, para mantener el listón tocará rascarse el bolsillo y equiparar salarios al mercado. Sin ir más lejos, la mejor pagada del Chelsea cobra cerca del millón de euros por año, hasta cuatro veces más que la culé con el sueldo más alto.
La idea no será ni volverse locos, ni tirar la casa por la ventana. Sube mucho talento de la cantera y se afinará mucho en los fichajes que tengan que venir. El Barça ya es una referencia futbolística muy atractiva para las mejores futbolistas y eso siempre es una manera de competir ante las chequeras. La prueba está en Graham Hansen y Patri.