Desde el viernes (2) ya era posible ver camisetas de ambos clubes en hoteles y restaurantes de la ciudad. La llegada de los equipos, por la noche, movilizó también a los dos aficionados, que prepararon recepciones especiales.
Este sábado aumentó la presencia de la afición. Las camisetas del Cruzeiro, el equipo de la casa, con el 85% de las entradas vendidas, fueron las más habituales, a pesar de que no faltaba la afición del Atlético en la ciudad.
El camino al estadio fue tranquilo, el tráfico fue un poco más lento en la avenida que rodea el Parque do Sabi. Cuanto más cerca del lugar del partido, más camisetas azules y alvinegras se veían. La concentración de aficionados alrededor del escenario del clásico de Minas Gerais fue enorme.
Cruzeirensens y atléticos llegaron juntos al estadio
Un hecho que llamó la atención fue la llegada de aficionados al estadio. Cruzeirenses y atléticos caminaron juntos, sin rastro de confusión, lo que no es común en los clásicos que se realizan en Belo Horizonte.
Joo Paulo Alves, un comerciante de 25 años, caminó entre la gente de Cruzeiro con la camiseta del Atlético-MG. Según él, hubo provocaciones, pero nada más.
“Hay muchas provocaciones, pero lo ignoramos, el deporte, eso es todo. Entremos adentro a ver qué pasa”, dijo.
Giovana y Arthur llegaron al Parque do Sabi confiados en que Hulk le daría la victoria al Atlético-MG. Incluso insistió en que uno de los goles del Atlético en el partido fue de penalti %uD83D%uDC40
%u2066@SuperesportesMG%u2069 pic.twitter.com/IORpd0XoTH— Maic Costa (@omaiccosta) 3 de junio de 2023