Los equipos recién se estaban acomodando cuando Atlético Tucumán sorprendió a Rosario Central. Apenas iban seis minutos de juego, cuando tras un córner desde la izquierda, el visitante no marcó bien y la bocha le quedó a Kociubinski, quien en absoluta soledad, sacó un zurdazo para poner el 1-0.
El Canalla no se despertó después del gol. No podía hacer pie en el partido, lastimar en ofensiva ni controlar al rival en defensa. Eso le dio la chance a los tucumanos de crecer y empezar a ser dueños del partido.
Así fue que empezaron a crecer en el partido: primero con una llegada de Orihuela, luego con un mano a mano de Ruiz Rodríguez tras un gran pase de Pereyra, quien un ratito después hizo una gran jugada individual y sacó un potente remate que se fue cerca de arco de Fatura Broun.
En el arranque del complemento, Central pareció salir con otro ímpetu. Y a los pocos minutos, Kevin Ortiz aprovechó una pelota que quedó afuera del área y sacó un gran remate que obligó a lucirse a Tomás Marchiori.
Y la mejora del Canalla se trasladó al marcador. El Bebe Acosta quiso cubrir un posible centro, pero metió el brazo y Tello no dudó: penal. Carlos Quintana se hizo cargo de la ejecución y definió con sutileza, cruzado, para marcar el empate.
Sin embargo, el Decano reaccionó rápido y estuvo a punto de volver a ponerse arriba. Ruiz Rodríguez metió un gran pase que derivó en un remate tres dedos de Acosta que reventó el palo y en el rebote no pudo darle buena dirección Estigarribia. Ojo, a la jugada siguiente, Damián Martínez definió apenas afuera en la respuesta de Central.
De tanto ir, el visitante lo dio vuelta. Giaccone metió una gran asistencia para que apareciera Damián Martínez, lateral que se ubicó en el lugar del 9, y definiera bárbaro ante la salida de Marchiori.
Hubo tiempo para un milagro en el área de Central: un centro picante de Guille que llegó a puntear Maestro Puch, obligó a un manotazo salvador de Broun. Pero eso no fue todo, porque la pelota se metía y Mallo, de cabeza, la sacó en la línea y la pelota caminó por el travesaño. Pudo ser el empate de Atlético…
Pero había más cuando nadie lo esperaba. Joaquín Pereyra, una de las figuras del local, anticipó en mitad de cancha, se acomodó y sacó un derechazo tremendo para convertir un golazo y poner el marcador igualado otra vez.
Sí, el volante ofensivo surgido de la cantera de Central fue el responsable de que los de Miguel Ángel Russo no se lleven el triunfo y pierdan la chance de acercarse a River en la tabla.