O Palmeiras finalmente fichó oficialmente a Artur de Bragantino. La llegada del atacante fue esperada con ansias no solo por la afición, sino también por el cuerpo técnico de Abel Ferreira. O El refuerzo es un «regalo» para el técnico portugués, que pidió contratar a un lateral desde la partida de Gabriel Veron. Sin embargo, esta incorporación a la plantilla del Palmeiras es, sobre todo, una reparación histórica a un destino que se cambió en 2020.
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Hijo de la Academia, Artur solo disputó diez partidos como profesional con el Verdão, siendo el primero en 2016 y el último en 2018, cuando terminó sin estar en el grupo para 2019. Para esa temporada, fue cedido al Bahia, donde triunfó y volvería a Alviverde con un estatus alto para seguir reconstruyendo la plantilla de cara a 2020, año en el que el club cambiaría su filosofía inversora y apostaría por los trofeos de casa a las órdenes del técnico Vanderlei Luxemburgo.
Resulta que los planes de Palmeiras para Artur no eran continuos. Una propuesta de Bragantino terminó por sonar más alto y el traspaso se concretó. Difícil decir que fue un error en ese momento, también es difícil decir que fue un éxito. El Palmeiras lo ganó prácticamente todo a partir de entonces y el atacante tuvo tiempo de desarrollarse como profesional.
¿Ganaría todo Verdão si se quedara Artur? ¿Artur sería el mismo jugador que es hoy si hubiera continuado en 2020? Son respuestas que no tendremos, pero es un hecho que el regreso al club es un reparo histórico en la trayectoria de un joven que creció en el club, se identificó con la camiseta y no pudo continuar una trayectoria que parecía bien trazado.
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El deseo personal de Artur de triunfar en el Alviverde y la petición de Abel Ferreira de un lateral zurdo se unieron para concretar este traspaso. Desde la marcha de Gabriel Veron, el técnico portugués fue consciente de la necesidad de un recambio, que no llegó. Después de eso, aún perdió a Wesley y Scarpa, quienes estaban haciendo el trabajo. Mientras tanto, no hay refuerzos para Abel.
Hasta que, tras mucho tiempo de ausencia del Palmeiras en el mercado, se pudo acercar al Bragantino para buscar el trato del delantero. Armados con el beneplácito de Abel Ferreira, los directivos lograron cerrar la contratación en negociaciones que no fueron fáciles y pudieron presentar al comandante (e ídolo) Alviverde con la llegada de Artur, quien a su vez regresa al club con la condición de un gran refuerzo y posiblemente de titular para la presente temporada.
Ante esto, parece rayano en la ignorancia criticar al Palmeiras por el precio que pagó para obtener el regreso del jugador, vendido por 6 millones de euros (R$ 27 millones en ese momento) y comprado por 9 millones (unos R$ 27 millones en ese momento). $50 millones), prácticamente el doble. Sin embargo, es necesario analizar el momento del club y los contextos, tanto la evolución del jugador como del mercado, sin mencionar el mundo pospandemia, que tuvo un gran impacto en la moneda brasileña.
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Puede haber habido un error de juicio en el pasado, que no permitió que Artur hiciera carrera en Palmeiras y elevara su precio a mucho más de R$ 27 millones. No obstante, el fichaje es de encomiar, ya que encaja a la perfección con las necesidades del equipo y garantiza un jugador para muchos años, ya que no parece un deportista para ser revendido en el futuro. Este nuevo matrimonio entre las partes tiene todo para funcionar, ahora es el momento de dejar que la teoría se convierta en práctica.