River-Banfield no es una final, pero casi. Podría decirse que es una semifinal, por bautizar de algún modo este desempate pendiente de 2020. O también sería oportuno rotularlo como una Demi final. Porque ése es el peso que tendrá para Martín Demichelis el partido que esta noche se jugará en el Mario Kempes y que se emitirá en el prime time de la tevé.
No sólo será el primer mata-mata de su ciclo en River para el DT: es, a la vez, la serie que podría depositar al MD en su primera final. Y más: en su primer superclásico final, porque en la definición con fecha indefinida el que espera es Boca, con todo lo que eso representa.
El valor de la experiencia
Demichelis lo sabe. Lo entendió desde antes del partido ante Tigre. Por eso eligió cuidar a Jonatan Maidana, estandarte defensivo experimentado en esta clase de partidos: sólo con la camiseta de River vivió 62 series (a doble o único partido) y con un nivel éxito del 75,81%.
Comprendió Micho la necesidad de tener a todos los mejores valores en este cruce en el que estará sometido a la tan incómoda e injusta comparación, pues será la primera serie a eliminación directa desde la partida de Marcelo Gallardo.
Un predecesor que supo ser especialista en el fuero, y que incluso había logrado que sus jugadores se potenciaran en esa clase de encuentros en los que el margen de error siempre tiende a cero. Siempre.
A favor tendrá, Demichelis, a una base de jugadores a disposición que -como Maidana- adquirió los conocimientos necesarios para afrontar estos estresantes y desgastantes compromisos de estilo copero.
Por caso, Franco Armani jugó 36 series en River y ganó 28; Milton Casco se anotó 43 victorias en 57 mano a mano; Enzo Pérez perdió sólo 11 de las 41 que disputó y Nacho Fernández ostenta un 81% de efectividad en 43 series en el club.
River Plate – 21-2-2023
La llegada de River a Córdoba
Estadísticas que al momento de salir a la cancha no tienen peso específico para decidir el resultado pero que sí permiten comprender el nivel de entendimiento que tendrá la columna vertebral del equipo que jugará en Córdoba.
¿Alcanzará? River tendrá mucho por perder, o al menos mucho más que Banfield: por jerarquía e historia es el candidato a avanzar. Y el morbo popular pide un Súper… Hasta Javier Sanguinetti, el deté de Banfield, advirtió -sin bajarse el precio pero con coherencia- que “cuando te enfrentás a River no sos favorito” antes de aclarar que eso no significará que bajen la guardia y se den por vencidos.
De hecho, el Archu movió fichas en la semana para elaborar un plan anti-River, un equipo con el que tiene historial en contra como DT (perdió cuatro, ganó dos) pero que en las dos victorias que cosechó logró frenar los embistes del equipo que dirigía Gallardo.
En un contexto, vale aclarar, muy distinto al de ahora, con un plantel renovado que no ha logrado comenzar el año como esperaba, sumando sólo dos puntos de los 12 que hubo en juego en la Liga Profesional.
Sin embargo, Demichelis confía en lo que tiene. Jugadores con genética copera pero a la vez con talentos cuyos niveles individuales van creciendo. Como el sorprendente cambio de chip de Esequiel Barco, crocante en su ingreso frente a Argentinos y desde el arranque contra Tigre. Un José Paradela que se destapó y aporta soluciones en el medio o como extremo. Un Miguel Borja que se sacrifica.
Y, en el banco, alternativas como Salomón Rondón que se quieren meter en el equipo a costa de talento pero a la vez de esfuerzo. Y qué mejor que hacerlo en un partido de estas características.
Para eso River tiene que ganar esta noche en Córdoba un cruce de los que más le gustaban al ex deté. Y que será prueba para el nuevo. Por eso no es una final, pero sí una Demi final.