Cuando Andoni
Zubizarreta, su padre, subió los 39 escalones hasta el palco del viejo Wembley para levantar la primera Copa de Europa del B
arç
a
en 1992 tenía solo cinco años. De aquel triunfo histórico con el gol de Ronald
Koeman, con quien coincide ahora en el día a día de la Ciutat Esportiva, ha oído hablar mucho en casa Markel
Zubizarreta (33 años), arquitecto en la sombra del proyecto de un Barça femenino que roza su primera Champions
League. El domingo, en Göteborg, el mánager de todo el fútbol femenino azulgrana puede alcanzar el cénit de un trabajo incansable a imagen y semejanza de su padre, campeón de Europa también en los despachos en 2011 y con la ‘orejona’ de 2015 también cimentada con sus fichajes seis meses después de prescindir el club de sus servicios.
Elegido por Albert Soler y autor del fichaje de Lluís Cortés
Por 10 meses no coincidió Markel con Andoni. En el marco de la profesionalización del fútbol femenino promovida por el entonces vicepresidente Jordi
Mestre y aprobada por la junta de Josep
Maria
Bartomeu cumpliendo una promesa electoral, no hubo dudas en la elección de Markel, que envió su currículum al club como uno más. Albert
Soler, director de Deportes Profesionales, hizo la selección y convenció de inmediato en las entrevistas por sus ideas y espíritu de trabajo. Aterrizó en octubre de 2015 como responsable de gestión deportiva del fútbol femenino y en julio de 2017 ya asumió el poder en todas las categorías tras dejar Xavi Llorens el banquillo. Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del deporte por la Universidad del País Vasco (2005-2009) y en Administración y Gestión de Empresas por la Universitat de Barcelona (2009-2013), fue director técnico de TEDI Serveis (gestión de espacios deportivos) de 2010 a 2014 y socio fundador-presidente de la Asociación Team (2015) antes de fichar por el Barça y situar al equipo femenino al más alto nivel continental. Trabajó con Xavi
Llorens y Fran
Sánchez antes de fichar a Lluís
Cortés en febrero de 2019. En una reunión con Mestre, que promovió el relevo técnico, y Pep Segura, Markel eligió a Cortés. Tres meses después, primera final europea en Budapest ante el inalcanzable Lyon. Markel ya había sentado las bases para alcanzar la final pero quería más.
En 2017 se adelantó a los otros ‘grandes’ europeos y fichó a Lieke
Martens antes de deslumbrar en la Eurocopa, ganarla y ser la MVP. También firmó a ‘Mapi’ León del Atlético pagando por primera vez un traspaso (50.000 euros) en el fútbol español. La central lo valía. En 2018 ató a Kheira
Hamraoui tras ganar su segunda Champions seguida. Y en el mercado invernal de 2019 fichó a Asisat
Oshoala, casi perdida en China. Tras perder la primera final, trajo de vuelta a Jenni
Hermoso y convenció a Caroline
Graham
Hansen para dejar el Wolfsburgo, con el que fue dos veces subcampeona de Europa. La noruega, palabras mayores, subió el nivel de una plantilla con ADN Barça 100%. El Área de Metodología del club considera al primer equipo femenino el más fiel al estilo que ha hecho grande al club y las canteranas que van subiendo así lo ratifican con un rendimiento inmediato: léase Bruna
Vilamala, Laia
Codina y Jana
Fernández.
Markel, referente para los otros clubs españoles, con los que guarda muy buena relación, ha trabajado con varios una política de cesiones que ha cobrado mayor importancia en el contexto Covid. La meta Cata
Coll se forjó en el Sevilla, y Claudia
Pina, Carla
Armengol (Sevilla) Candela
Andújar (Valencia) quieren seguir los pasos de Leila
Ouahabi, que volvió del Valencia en 2016 para ser una de las ocho titulares culés en la selección española. Markel no pudo fichar en verano pero ya ha caído la Copa 2019-20, otra Liga y sin ceder ni un punto, y roza la primera Champions y otra Copa. A diferencia de Lluís Cortés, él no ha renovado aún el contrato que vence el próximo 30 de junio pero su tarjeta de presentación habla por sí sola.