Hubo una vez un partido en el que los hinchas de la tercera bandeja sur, la que está del lado del Riachuelo y actualmente se encuentra clausurada, vieron a algunos vecinos en los balcones de las casas que están detrás de los palcos y no tuvieron mejor idea que dedicarles un cantito acompañado del tradicional movimiento de mano de las tribunas: “Vendé la casa, la puta que te parió / vendé la casa, la puta que te parió…”.
Mirá también
#ParedesaBoca: ¿qué tiene de cierto el hashtag que sacudió a los hinchas?
No fue hace tanto tiempo que ocurrió, sino en alguna de las ocasiones anteriores que la ampliación de la Bombonera estuvo en boca de todos en el centro de la escena. Seguramente antes de unas elecciones. Como en este 2023 que recién acaba de empezar junto con las campañas electorales rumbo a diciembre. “Tengo el video del cantito y nos cagamos de risa. A mí me paran en la calle para preguntarme si es verdad que no vendemos”, cuenta con una sonrisa Rubén Lopresti, el máximo referente de los vecinos de la calle Del Valle Iberlucea, en una charla con Olé.
¿Venden? Es la pregunta que le hacen y se hacen todos en el Mundo Boca, cada vez más, en medio de una situación complicada que incluye 315.000 socios para un estadio de 57.000 espectadores, una tribuna clausurada por “por carencias y deficiencias edilicias”, un filtro durísimo de asistencia a 12 de los últimos 15 partidos, y cada vez mayor malestar de los socios que se quedan afuera.
“Dijimos que estamos dispuestos a vender desde el día uno, pero el negocio debería ser entre el club y el propietario, y el precio debería ponerlo el titular del inmueble, no puede poner Boca el precio, la condición, la forma de pago”, explica Lopresti, con la autoridad que le da tener una carpeta firmada por los dueños de las 67 casas frentistas necesarias para el Esloveno Plus, el proyecto que ellos apoyan desde hace varios años y sumaría 25.000 espectadores y 100 palcos VIP en una obra de 15 meses que sólo tomaría la primera y segunda línea de casas de las dos media manzanas. “Sin vecinos no hay proyecto que se pueda llevar a cabo, y el único garantizado por mí y los demás vecinos, porque tengo una carpeta firmada, es el Esloveno Plus”.
La preferencia de los vecinos por esta propuesta impulsada por Fabián Fiori, un empleado de Boca que se involucró para tratar de darle una mano al club y terminó creando un monstruo, va de la mano con cierto enojo que hay con Jorge Amor Ameal, luego de fuertes discusiones que tuvieron antes de las últimas elecciones en una reunión vecinal. “Siempre fuimos amenazados por el presidente. Lo último que nos dijo fue que si no vendíamos, iba a venir con la topadora e iba a ir por la ley de expropiación. El quiere ir a la legislatura para cambiar la zonificación, pero eso no acredita a que pueda expropiar”, explica Lopresti.
A Ameal lo acompaña desde las elecciones del 2015 el proyecto Bombonera 360, con un plazo de 30 meses para la construcción de la cuarta tribuna y la necesidad de comprar las dos media manzanas enteras, que incluyen 129 propiedades divididas en 95 departamentos, 20 casas, 9 casas con local, 5 departamentos con local y 1 otros, según el único informe realizado hasta el momento, entre 2017 y 2018, encargado por Daniel Angelici al Colegio Profesional Inmobiliario. Es decir, se necesita acordar y comprar con el doble de dueños. Y la actual dirigencia nunca avanzó para llegar a un acuerdo, sino que se quedó en la búsqueda de la financiación.
Jorge Amor Ameal – 8-2-2023
El proyecto Bombonera 360
Boca Juniors – 8-2-2023
Qué dijo Ameal sobre la reforma de la Bombonera
“Desde que ganaron no vinieron nunca, sólo le vendieron a la gente que lo habían hecho, pero nunca hablaron con nosotros. Antes de las elecciones sí me reuní tres veces con Ameal en su oficina de Carlos Calvo y Balcarce, fui con diez vecinos más, pero escuchamos barbaridades y nos fuimos”, revela Lopresti, poniendo en una situación complicada la posibilidad de un acuerdo con la directiva para llevar adelante Bombonera 360.
¿A cuánto venden? Esa es otra pregunta clave en esta historia sin fin que ya en los años 60 llevó al presidente Alberto J. Armando a pensar en un estadio en Costanera Sur.
En el censo encargado por Angelici, les comentaron que iban a ofrecerles 700 dólares por metro cuando valía unos 1.000 y ahora, cinco años después, los vecinos aseguran que el metro está 1.800, pero creen que los van a presionar con la baja de un 30% que sufrió el mercado inmobiliario por la caída de las operaciones. “Eso no nos importa. Si una persona tiene un dos ambientes, le ofrecemos tres en algún otro lado, y el que tiene un local comercial va a pedir otra cosa. ¿Cuánto vale irse de acá? ¿Cuánto vale mi desarraigo y el de todos los vecinos? Además, la gente se va cansando, porque desde hace años están dando vueltas y se acercan para las elecciones. Pero que se acerquen y podemos empezar a hablar”. Por algo se empieza…