No era necesario que demostrara nada. Su inmenso valor en el equipo de Gallardo quedó en evidencia exponencialmente desde que se puso la camiseta de río, en enero de 2019. Sin embargo, su estatus de irremplazable se potenció durante su ausencia en ocho partidos consecutivos y en su vuelta a la competencia el domingo contra Aldosivi. Así, Matías Suárez ahora está frente a un desafío clave para ratificar su importancia en un duelo de esos que marcan la trayectoria de un futbolista y, principalmente, de un delantero: convertirle un gol a Boca por primera vez en su carrera en los octavos de la Copa de la LPF, el domingo en la Bombonera.
El cordobés, que cumplió 33 años con un retorno superior al equipo de Napoleón, no jugaba desde el 3 de abril (0-0 ante Arsenal) porque primero sufrió una sinovitis en la rodilla derecha y luego tuvo que ser aislado por contacto estrecho con un caso positivo de Covid. Y su retorno se produjo en el momento justo, cuando comienzan los partidos decisivos a nivel local y la fase de grupos de Libertadores. De hecho, mañana en Barranquilla vs. Junior sumaría minutos para llegar con más ritmo al superclásico.
Ninguno de sus reemplazantes ante Atlético Tucumán, Colón, Central Córdoba, Fluminense (Libertadores), San Lorenzo, Junior (Copa), Banfield o Independiente Santa Fe (Libertadores) logró suplir el rol del Oreja. Tal vez, el que mejor lo hizo fue Julián Álvarez, pero no con la calidad, jerarquía ni experiencia del ex Belgrano. Porque el 7 es un jugador distinto, de esos que destellan talento constantemente, y cuentan con una enorme capacidad para asociarse con los volantes y laterales, además de formar una dupla ofensiva letal con Borré que se entiende de memoria.
Claro que si bien Suárez fue determinante en la revancha de la Recopa 2019 ante Athletico Paranaense (asistió a Pratto con un pase extra large y se convirtió el 3-0) y asistió a Nacho Fernández en el 2-0 de la semi de ida de la Libertadores 2019, todavía no se dio el gusto de festejar un gol propio contra Boca. En Belgrano lo enfrentó tres veces: ingresó 45 ‘en el Clausura 2007 (0-1), 45’ en el torneo 2016/17 (0-3) y otros 30 ‘en la temporada 2017/18 (0-4), mientras que en River jugó cinco Súper: los dos últimos en La Boca (en el 2-2 ingresó en el ST), las dos semis de la Copa y entró 24 ‘en el 0-0 del 1/9/2019. Con la Banda sólo perdió la revancha en la CL (0-1), pero le faltó el gol, una cuenta pendiente que sueña con saldar este domingo.