Tiró de liderazgo, de inspiración y acierto el argelino Riyad Mahrez para dirigir y firmar la remontada del
Mahrez resultó decisivo y apareció cuando más le necesitó el equipo. Intervino en los cuatro goles que dieron la vuelta a la situación. De hecho, firmó el tercero y e cuarto, el que consolidó la remontada y el que sentenció el triunfo para retomar la persecución al liderato del Arsenal, del que le separan ahora cinco puntos.
Sacó a relucir el talante de campeón el cuadro del español Pep Guardiola que afrontó la cita con el cuadro londinense en medio de un bache, con una derrota reciente ante el Manchester United en el derbi y con síntomas de fragilidad.
Aún así, el técnico dio un vuelco a su once y afrontó el choque sin fijos habituales como Kevin De Bruyne, Phil Foden, Bernardo Silva, Kyle Walker, Aymeric Laporte o Joao Cancelo, que se quedaron en el banquillo.
El Tottenham no está para regalos. Lleva una victoria nada más en sus últimos cuatro partidos y su puesto europeo, ya fuera de zona de Liga de Campeones, está en el aire. También la continuidad de Antonio Conte, cada vez más en entredicho.
El choque fue plano durante casi toda la primera mitad. Sin incidentes en las áreas y sin exigencias para los guardametas. El balón era propiedad de los citizen en gran parte pero el Tottenham no dejaba de amenazar en amagos de contraataques que no llegaban a culminar.
Pero cuando más acentuaba su dominio el City llegó su castigo. Había dispuesto de la primera ocasión de un partido sin presencia en las áreas en un tiro de Rico Lewis que solventó de buena forma el meta francés Hugo Lloris. Y Erling Haaland había empezado a asomar. En el juego aéreo. Se hizo fuerte en un remate de cabeza que se marchó fuera por poco.
Pero lo serio vino después, en la otra portería. Una pérdida de balón del City. Una imprecisión entre el portero Ederson y Rodri, en el borde del área. El español no pudo controlarlo y se lo arrebató Dejan Kulusevski que aprovechó el caos defensivo de los locales para tirar a puerta y meter la pelota en la red.
Era el minuto 45 pero aún hubo tiempo para un castigo mayor para el cuadro de Pep Guardiola. Mucho tuvo que ver en ello Harry Kane que recibió y peleó con Rodri por el balón dentro del área. Al final se lo llevó y tiró a portería. Ederson lo despejó y Emerson Royal, bien colocado, lo recogió con la cabeza y lo volvió a llevar hacia la portería en la última acción de la primera mitad.
Pero lo solucionó en un abrir y cerrar de ojos el Manchester City. Apareció Riyad Mahrez, clave en ambas acciones. La primera porque envió un centro desde la derecha. Se enredó la zaga visitante. Cabeceó Ilkay Gundogan y el balón, dividido, rechazado por Lloris, fue aprovechado por Julián Álvarez para marcar y acortar distancias.
A la siguiente acción llegó el empate, con el City volcado. Mahrez encontró a Rodri, se adentró en el área y recibió un balón aéreo del español. De cabeza lo envió a Haaland, mejor colocado y solo. No perdonó el noruego que logró la igualada.
Con el campeón volcado tuvo una ocasión a la contra el Tottenham para recuperar el pulso. Ivan Perisic tiró a puerta sin oposición. Se cruzó Rico Lewis y el envió dio en el palo.
Pero no había nada que frenara el empuje local y así dio el vuelco al partido. Rodri encontró a Mahrez en la derecha, en su banda. Alcanzó el área y tiró. Falló Lloris. El balón, procedente de un tiro casi sin intención, entró por su palo y se coló para dar la ventaja al equipo de Guardiola.
Quiso enderezar la situación el Tottenham pero el City estaba como quería. Tuvo el balón y manejó el partido. Lo sentenció Mahrez para redondear su buen partido, cuando marcó el último tanto, el cuarto, al aprovechar un error de la defensa del Tottenham en plena desesperación.
Le puede interesar: Arranca el Sudamericano Sub-20 en Colombia