Lejos de poder conocerlo, Nicolás Silva llegó a la Marte N°1 para jugar el Baby Fútbol gracias a la «magia» que, cuando jugaba, mostraba el brasilero Ronaldinho con sus jugadas dentro de la cancha, pues fue esta la que terminó por enamorar al pequeño jugador de
«Al principio no me gustaba tanto el fútbol, pero me fui encariñando y ya es mi pasión, la alegría de todos los días. Mi papá me mostró un video de Ronaldinho y ahí me enamoré, me gustó y me empecé a volver disciplinado», contó el pequeño Nicolás.
«Ronaldinho hacía magia, mi papá me decía que la disciplina y que aunque no sea talentoso hay que meterle. Él me mostró el video y me enamoró ahí, yo le dije que me mostrara un jugador que hiciera magia y ahí me enamoré», agregó.
La corta edad que tiene Nicolás, quien compara estar en la Marte 1 con «estar en el Atanasio Girardot», no es un impedimento para soñar en grande. Aunque su categoría es la infantil, asegura que no va «a parar» hasta que tenga cumplidos sus sueños. Incluso, dijo, «así tenga 30 o 40 años».
Nicolás es, con siete años en el equipo, quien lleva más años en el plantel que hoy juega, bajo el nombre de Deporllano Villavicencio, en la Marte 1. Es por eso que quizás no duda en agradecer al club que, explicó le «brindó la oportunidad porque al principio era ‘tronquito'», algo que, añadió, ha ido dejando atrás «con Dios, disciplina y mentalidad».
Por eso es un pequeño autorizado para aconsejar a los de su edad, con muchos de los cuales seguro comparte sueños, para que siempre «con la gloria de Dios» la «meta toda y no pare» en busca de alcanzar esos objetivos que ya, en su momento, lo llevaron a estar «re-emocionado» por haber logrado clasificar a la final del Baby Fútbol nacional.
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