La buena noticia para Miguel Angel Russo esta semana, además del triunfazo 2-0 ante Santos en la Bombonera por la Libertadores, es que el entrenador de Boca pudo recuperar a los cinco futbolistas que han sido aislados por Covid-19. Sin embargo, de todos ellos hay uno con el que todavía no puede contar en la cancha: Marcos Rojo.
El defensor de 31 años pudo volver a trabajar luego de estar aislado en su casa, mismo caso que Esteban Andrada, Carlos Zambrano, Jorman Campuzano y Edwin Cardona, aunque todavía sigue trabajando de manera diferenciada. ¿Por qué? Porque Marcos evoluciona de un desgarro que sufrió en el partido contra Unión (el pasado 11 de abril) y aún le resta tiempo para regresar a la cancha.
Por ende, Rojo, al que se le juntó esta lesión con el contagio de coronavirus, no va a estar a disposición para el partido contra Lanús de este domingo desde las 10 en el Templo ni tampoco, se cree, viajaría a Guayaquil para visitar a Barcelona de Ecuador en la Copa.
Es por esto que en el entrenamiento de este jueves en el Complejo de Ezeiza, el central que puede jugar de lateral zurdo, y que llega seis partidos con la camiseta de Boca, trabajó de manera diferenciada y espera evolucionar lo más rápido posible. Por ahora, sigue afuera.
Los otros lesionados de Boca
Además de Marcos Rojo, son dos los futbolistas que todavía trabajan de manera diferenciada por diferentes molestias: uno es Mauro Zárate, quien sufrió un desgarro en el gemelo izquierdo en el partido contra Atlético Tucumán (2-0) y quien no va a estar a disposición para el partido con Lanús, aunque sí posiblemente lo esté para viajar a Guayaquil.
Y el otro futbolista es Emmanuel Mas, el lateral por izquierda que estuvo en duda hasta último momento para disputar el partido con Santos (terminó jugando Agustín Sandez), pero que no llegó justamente por una molestia muscular. Al igual que Zárate y Rojo, el sanjuanino todavía debe esperar para volver.