Jonathan ‘Cabecita’ Rodríguez unirá su nombre a una selecta lista de jugadores que han jugado el Clásico Joven vistiendo las camisetas de Cruz Azul y el Club América, pues el charrúa apunta a ser titular en el juego de este sábado en el Estadio Azteca, encuentro en donde tratará de hacer valer la famosa ‘Ley del Ex’ y anotarle a los celestes.
El Cabecita Rodríguez vive un dulce momento con el América mientras sus ex de Cruz Azul, y en general todos los grandes rivales azulcremas, prueban puros tragos amargos.
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El «Cabecita» es el atractivo principal del juego de esta noche en el Estadio Azteca, ese en el que algún día lo vitoreaban como cruzazulino e ídolo de la novena, pero en el que ahora será mal visto por cada seguidor cementero.
De marcar cinco goles en partidos oficiales contra el América, ahora el uruguayo intentará darle el tiro de gracia a la afición que hace unos meses aún lo idolatraba.
Rodríguez está a dos goles de meterse al top de goleadores históricos del Clásico Joven, además de que podría emular lo hecho por jugadores como Pablo Aguilar y Carlos Hermosillo, quienes anotaron en un Clásico para los dos bandos.
Goleadores históricos del Clásico Joven
- Carlos Hermosillo 15
- Salvador Cabañas 9
- Luis Roberto Alves 8
- Francisco Palencia 9
- Edú 6
- Cuauhtémoc Blanco 8
- Oribe Peralta 7
- Pedro Duana 7
- Carlos Reinoso 7
- Christian Giménez 6
- Jonathan Rodríguez 5
América suma tres victorias consecutivas y arrancó esta jornada como quinto de la clasificación, con 13 puntos y un partido pendiente. La Máquina, con ocho unidades, es penúltima.
De hecho, las Águilas son las únicas que se comportan como grandes: Pumas inició esta Fecha 10 en el sitio 15, Cruz Azul en el 16 y Chivas en el 17, aunque recuperó posiciones con el triunfo de ayer ante Necaxa.
El cliché indica que en un Clásico no importa cómo arriben los equipos, aunque en funcionamiento y estado anímico la diferencia entre los azulcremas y los cementeros está vez es abismal, tanto que el técnico Diego Aguirre se tambalea.
Un juego en el que el corazón no basta, también hay que ponerle «Cabecita».
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