El problema es de arrastre, acumulativo, pero las consecuencias son de ahora, en tiempo presente. Desde que la nueva dirigencia tomó el mando, con Juan Román Riquelme como figura principal del Consejo de Fútbol, de Boca se fueron nada menos que ¡25 jugadores en 17 meses!, casualmente el mismo número de futbolistas con los que hoy cuenta Miguel Angel Russo. Y ahí, precisamente ahí, empieza a doler esta estadística.
Si duele es porque hoy el DT tiene un plantel mucho más corto del que tenía hasta hace una semana, ya que como si fuera poco las ultimas dos salidas, las de Carlos Tevez y Esteban Andrada pegaron muy fuerte puertas adentro. Si duele es porque así no alcanza para llegar a fin de mes, o mejor dicho, no alcanza para llegar al mes que viene, a julio, cuando sean los octavos final de la Copa Libertadores, instancia en la que solo se permite ¡cinco cambios! Y ahí el problema, o el otro problema.
Russo busca varios refuerzos, pero solo puede hacer cinco cambios (Marcelo Carroll).
El técnico de Boca tiene nada más que cinco casilleros para llenar y para darle forma al plantel que se medirá en la serie contra Atlético Mineiro, el 13/7 en la Bombonera y el 20/7, en Brasil. Ahora bien, ¿qué decisiones tomará Russo? ¿Pondrá un arquero más? ¿Y laterales? ¿Sumará a Marcelo Weigandt, por ejemplo? ¿O a Luis Advíncula? ¿O a los dos? ¿A qué puesto le dará prioridad? ¿Cómo se las va a rebuscar siendo que, en el ataque, por ejemplo, perdió a ¡cuatro delanteros! en los últimos tres meses?
En el último tiempo, de Boca se fueron jugadores como Ramón Abila, Mauro Zárate, Carlos Tevez ya fin de mes lo hará Franco Soldano, al que se le vence el contrato y es un hecho que el club no hará uso de la opción que impuso el Panathinaikos. Entonces, Russo sólo tiene a Cristian Pavón, ya los juveniles Luis Vázquez y Exequiel Zeballos en la ofensiva. De mínima, tendrá que sumar entre dos o tres puntas pensando en los octavos (posiblemente Norberto Briasco y, si se hace, Nicolás Orsini) y ahí, en caso de tomar esa decisión, sería la mitad o más de los cinco cupos para al Copa.
Pero el problema no es sólo ofensivo, es en todas las líneas: desde la salida de Andrada en el arco (y con Agustín Rossi siempre en la mira de equipos extranjeros …), pasando por los contratos que se vencen de Julio Buffarini, Emmanuel Mas y Leonardo Jara en la última línea y hasta la falta de volantes que se fueron (y nunca reincorporaron como Sebastián Pérez, Ivan Marcone y Pol Fernández, entre otros), que debieron ser reemplazados por chicos de club como Cristian Medina y Alan Varela, zona a la que podrían sumarse a Esteban Rolón y ¿Gary Medel?
Buffarini, otro de los jugadores importantes que dejó el club (Marcelo Carroll).
A Boca no le dan los números si se compara los jugadores que se fueron y los que llegaron en esta gestión de Jorge Amor Ameal y Riquelme, obviamente. Se fueron más de dos equipos, literal: empezando desde las primeras salidas de Alexis Mac Allister, ¡Daniele De Rossi !, a las que le siguieron las de Paolo Goltz, Junior Alonso en medio de la Libertadores 2020 y la de Bebelo Reynoso a la MLS, llegando hasta los casos de Molina Lucero, Ramos Mingo, Gastón Avila y también Marcos Díaz, Walter Bou y Jan Hurtado .
Y llegaron -o algunos volvieron, mejor dicho- 11 en un año y cinco meses, entre quienes se destacan los regresos de Weigandt y Pavón, por caso, pero que también incluye situaciones como las de Pol Fernández, que vino pero que al mismo tiempo ya se fue. O ni hablar de Marcos Rojo, que llegó en enero, firmó por 12 meses, se desgarró tres veces y son más los meses afuera de la cancha y en recuperación que adentro del campo.
Por lo visto, el panorama para Russo y Boca es muy complicado. El escenario, de mínima, le presenta un desafío muy grande tanto para el entrenador como también para Riquelme, quien por ahora sólo cuenta con la vuelta de Weigandt y la promesa de que Briasco y Esteban Rolón serán refuerzos, mismo caso que correría Orsini. Y no mucho más, al menos por ahora. Con eso, y por lo visto, con eso solo no alcanza. Así los números no dan.
Los dos equipos que se fueron de Boca
Equipo 1 (4-4-2): Esteban Andrada; Julio Buffarini, Paolo Goltz, Junior Alonso, Emmanuel Más; Pol Fernández, Iván Marcone, Alexis Mac Allister, Emanuel Reynoso; Ramón Abila y Carlos Tevez.
Equipo 2 (3-3-1-3): Marcos Díaz; Molina Lucero, Ramos Mingo, Gastón Avila; Leo Jara, Daniele De Rossi, Sebastián Pérez; Mauro Zárate; Walter Bou, Jan Hurtado, Franco Soldano.
Suplentes: Manuel Roffo, Mateo Retegui y Tomás Pochettino.
Dos equipos completos que dejaron Boca desde la asunción de Riquelme.